Testimonios
Alejandro Adrián Trognot
Mi nombre es Alejandro Adrián Trognot. Tengo años, empecé a consumir drogas a los 15 y no pare hasta los 30 años. En mis primeras etapas de consumo, pude lograr aprender un oficio y desarrollarme en herrería publicitaria no sabiendo que el fin de todo lo que puede haber logrado las drogas me lo iban a quitar. Arme mi familia, mi hija nació cuando tenia yo 25 años de edad, creía que eso era mi momento para comenzar un nuevo camino en mi vida, lo cual no fue así, estuve en miles de lugares ambulatorios y yo seguía igual o peor, paraba unas semanas y luego otra vez la misma canción, mi vida junto a la cocaína, marihuana y alcohol. Empezó una cuenta regresiva que me acercaba cada vez más a la muerte y la desolación, vi la soledad a los 27 años de edad, me separo, dejo a mi esposa y mi hija y me voy a vivir con una mujer que en el pasado fue mi compañera de primaria, creyendo otra vez que la solución y el infierno que estaba viviendo iba a tener un buen fin, pero tampoco fue así, al contrario, mi situación empeoro. Hasta entonces trabajaba bien, era encargado de un taller de herrería en una empresa importante de publicidad, casi que diría el nº 1 en poli rubro y para no cortar la seguidilla de fracasos y malas dediciones junto a mi fiel compañera la cocaína decidí renunciar a un trabajo al cual pertenecía 6 años e independizarme laboralmente. Ah me faltaba perder algo mas que me pareció raro que algo que este a mi alrededor no se muera o huyera despavorido, así que mi mujer me cambio la cerradura del departamento y es hasta el día de hoy que agradezco a dios la decisión que tomo de no soportar mas las locuras que llega a hacer un adicto crónico y como enfermo todo lo que toca si me dejo, al día se me junto con un hombre y poco después concibe un hijo y yo me había quedado sin trabajo sin familia y a punto de perder el tesoro mas valioso que es mi hija (preguntar) Agustina Trognot. Empezaron las paranoias cada vez más agudas, hasta que llegando casi a los 31 años de edad solo y con mi única esperanza de vida que era comenzar un tratamiento, sucedió el “click” se hizo, no encontraba la forma y la tenia desde hace mucho a mi lado, como iba a pagar un tratamiento si no tenia nada mas que mi enfermedad por enfrentar, mire observe y allí estaba mi camioneta, una fiorino 94 a gas y decidí venderla y apostar a un tratamiento con la plata reunida y así fue. Hoy hace 2 años y un poco mas que me encuentro en rehabilitación y he recuperado las ganas de vivir, termine un a materia pendiente que no pude dar durante 10 años, me recibí de operador terapéutico, puedo hablar y comunicarme un poco mas con mi hermano y su familia, comencé una carrera terciaria, técnico en prevención de adicciones. Lo que me quedo por decirles es que hoy mis sueños que parecieron o eran imposibles lograr que se naturalicen se van cumpliendo de forma sencilla y ordenada, aposte a la vida y lo sigo haciendo sin esperar nada mas que sentirme bien y trabajar por ello desde que me levanto hasta que llega la noche y me acuesto la vida me enseña que jamás algo o alguien puede arrebatarte lo que tu mas amas, agradezco a toda mi familia que hoy elegí y es revivir.
Jonathan Carrizo
Mi nombre es Jonathan Carrizo, tengo 18 años, hace un tiempo que estoy en tratamiento en la Central de Tortuguitas. Empecé desde muy chico con esta problemática social que es el consumo de drogas, ingrese en un mundo muy oscuro que no me dejaba ver todo el daño que causaba a mi familia y a mi mismo, pase por muchas situaciones malas, pero gracias a mi madre que me hizo conocer Revivir, tome una buena decisión que es realizar un tratamiento. A lo primero se me hacia difícil, pero al pasar el tiempo me hicieron ver que uno puede hacer muchas cosas sano, hoy por hoy me encuentro muy bien, peleándole día a día a la enfermedad, estoy muy agradecido a mi familia por el apoyo que me brindan y como va mejorando mi relación tanto con mis tres hermanos que son mas chicos y como me encuentro, le puedo brindar un consejo para su bien. Gracias a las herramientas que me brinda el tratamiento puedo mantenerme sano, retome mis estudios, algo que nunca pude concretar, para el día de mañana ser una persona digna con trabajo y familia. Espero que esto le pueda servir a alguna persona que tenga ganas de cambiar de vida, quizás la decisión cueste, pero los buenos frutos se ven. En lo personal siempre voy a estar muy agradecido con la institución por como me van ayudando y por la contención.
lexis Raúl Robles
Bueno mi nombre es Alexis Raúl Robles tengo 19 años, hoy precisamente hace un mes que estoy acá en la granja internado y desde que llegue acá me siento muy bien, empecé a valorar muchas cosas como por ejemplo a mi familia, yo era un chico que no estaba nunca en mi casa, estaba con gente no me hacia bien, y ya mis tíos y tías dejaron de confiar en mi, ahora se que ellos están muy felices porque estoy acá y se que esto me va a ayudar para un futuro mejor, tranquilamente puedo contar toda mi vida pero creo que no hace falta, ahora estoy viviendo el día a día, cuando me siento mal o pienso en cosas que no tengo que pensar lo hablo con las personas que tienen mas tiempo y saben de esto. Bueno que mas decirles, creo que esto sirve y se lo recomiendo a los jóvenes que no pueden dejar de consumir. Yo se que esto no es de un día al otro pero creo a su tiempo, también el día de la visita me siento bien porque puedo hablar con mi mamá que antes no lo hacia y se también que esta tranquila porque estoy acá, trato de hacer las cosas bien acá para que el día de mañana pueda ser la persona que no fui, quiero trabajar, estudiar y formar una familia y sin nada de drogas y otras cosas que pueda decir que no. También siento que cada día que pasa voy aprendiendo muchas cosas y mejorando mi persona, no digo que no extraño a las personas que me quieren pero se que voy a tener el tiempo para estar con ellos y sin ningún tipo de sustancias y disfrutándolas sanas. Todavía no le agradecí a mi tía que hizo que yo este acá, pero pienso que esto fue lo más importante que hice en mi vida porque no tenía retorno, me siento feliz por estar acá.
Augusto Belforte
Me llamo Augusto Belforte, tengo 22 años. Actualmente estoy en tratamiento, llegue hace un tiempo a este lugar. Durante mi adolescencia no la pase bien, no me encontraba, no tenia una personalidad firme. No me llevaba bien con mi familia. Me sentía desmotivado, solitario y triste. No encontraba quien me pudiera comprender cuando no me comprendía ni yo mismo. A los 14 años tuve mis primeras experiencias con la droga, previamente con el alcohol. Durante los siguientes años todos fueron problemas, conflictos y un malestar que cada vez se agrandaba mas como con mi familia. La comunicación con ellos ya no existía, y la distancia era cada vez mayora los 19 años estaba ya en una situación mas complicada, se agrandaron mucho mas mis problemas con el consumo y mi familia me empezó a presionar para que haga algo. Decidí empezar un tratamiento en un lugar que no me pudo ayudar. Estuve un tiempo haciendo mal el tratamiento, me fui varias veces y mi familia me alternativas y tenia que volver. Me ofrecieron una entrevista y cuando fui me acuerdo que hable con Guillermo, sentí que me comprendía porque no me hacia bien ir otro lugar y entonces ingrese a la semana. Cuando llegue a tortuguitas me sentía ya muy tirado abajo, no tenia esperanzas, ya todo daba lo mismo. Había pasado un tiempo y no había llegado a nada, ya ni siquiera sabia si estaba enfermo. A medida que pasaba el tiempo empecé a entender, me hicieron entender cual era mi problema. Empecé a sentirme escuchado. Me enseñaron las cosas que tenia que mejorara y cambiar me costo mucho, también hubo momentos que no la pase bien pero ahora el problema era conmigo mismo y lo sabia, y siempre hubo una mano. Cuando empecé a dejarme guiar las cosas empezaron a darse de otra forma. Mejore mi relación con mi familia, empecé a pedir ayuda, empecé a cambiar actitudes que me perjudicaban y empecé a madurar. Y así me empecé a sentir bien, lo cual fue muy raro, no acostumbra uno a ello y empecé a sentir miedos como que no me conocía, ahí empezó el cambio. Hoy en día sigo en tratamiento, tengo una buena relación con mi familia, formo parte del grupo de relaciones publicas, ahora que me ayudo tanto para comunicarme de otra manera como para borrar muchos prejuicios que tenia y formas de ver a la sociedad y poder de a poco a reinsertarme un poco en ella. Estoy también muy cerca de terminar el secundario, tengo proyectos para mi vida. Me conozco mas a mi mismo, miro las cosas de manera mas positiva buscando siempre revertir las situaciones que se van complicando. Tengo una mirada más optimista hacia mi futuro. Estoy muy agradecido a este lugar por la ayuda que me dieron y que me dan, sobretodo por haberme enseñado a dejarme ayudar, por enseñarme a ser una persona con valores para el día de mañana. Me enseñaron a confiar en mi mismo, que podía cambiar cuando pensé que no lo iba a hacer. Espero que esto le pueda servir a alguien, soy uno mas de los que la estamos peleando en este lugar y puedo decir que se puede cambiar, depende de uno mismo.
Daniel Barrios
Hola buen día, bueno yo me llamo Daniel Barrios, actualmente tengo 19 años y estoy internado en el centro terapéutico de tortuguitas ya hace un tiempo, la verdad que me encuentro en un lugar muy bueno donde me esta ayudando bastante a salir de la mala vida que venias arrastrando atrás mío. Antes estando afuera vivía en una sociedad de gente buena la cual en este tiempo no podía ver, todas las cosas mala que hacia, tanto como el de drogarme todos los días. Antes estando afuera la verdad que estaba muy enfermo lo cual yo me daba cuenta que tenia una vida enferma pero en ese tiempo no lo podía manejar, digamos que las adicciones me manejaban a mí, me hacían hacer cosas que estaban mal y pensar cosas que no me ayudaban. Antes concurría a la escuela y estando enfermo eso era algo que para mi no tenia importancia y hoy estando internado tengo la posibilidad de poder terminar lo que es algo que me hace muy bien. Antes vivía en una sociedad donde yo hacia las cosas mal, donde mi forma de pensar me hacían creer que vivía en un mundo oscuro que cada vez que el tiempo pasaba me iba dando cuenta que la gente que yo quería cada vez se alejaba mas y mas de mi, lo cual eso era algo muy doloroso para mi, que no lo podía afrontar y eso era uno de los motivos que me hacían ir a la esquina y juntarme con los “pibes” que yo creía que eran mi familia y nos empezábamos a drogar, con el transcurso del tiempo esa mala vida fue creciendo, me hicieron que yo me valla conociendo mas y mas como persona demente que no le importaba nada, ni mis “viejos” me importaban. En ese tiempo y toda esa mala vida que llevaba me hicieron dar cuenta de que la gente que yo quería no se alejaba que el único que se alejaba era yo por los problemas que tenia con mi adicción. Por eso hoy por hoy me encuentro en este lugar, gracias a mis padres y mi tía que me ayudaron y me siguen ayudando a cambiar de vida. Que hoy por hoy estando acá me estoy dando cuenta que la vida mía es un tesoro tan valioso que no le puede pasar nada y que si la perdía ya nunca la iba a poder recuperar, y por eso hoy estoy viviendo en este lugar con toda esta familia que me imagino que piensan y desean lo mismo que yo, salir y cambiar la mala vida que teníamos antes. Hoy estando internado puedo volver a Revivir, puedo compartir cosas muy lindas con mi familia, puedo volver a creer y a confiar en mi y hasta me estoy dando cuenta que la gente que quiero y la que me quieren a mi nunca se fueron que en este momento toda esas buenas personas están alrededor de mi, apoyándome y dándome fuerzas para que yo pueda seguir adelante afrontando mi enfermedad y así para que el día de mañana pueda ser la clase de persona que yo quisiera ser.
Quisiera comenzar mi relato haciendo una salvación. Me arrepiento de muchas cosas en mi vida, pero no puedo arrepentirme de las que me trajeron aquí. Me envías como oveja entre los lobos, mas no temo porque tu estas conmigo, el “Sr.” se comunica conmigo constantemente y yo descifro sus mensajes. No se como, pero créanme, sucede… Puedo renegar un poco en el arranque pero él gana, él siempre gana. Leí en un libro de espiritualidad una vez, unas líneas que decidí adoptar como forma de vida, allí se sugería que cuando uno se encuentra en una encerrona o una encrucijada, no debe ofrecer resistencia sino entregar la situación a una fuerza mas poderosa sabiendo que uno hizo todo lo posible y teniendo claro que las situaciones deben fluir, lo necesario esta en camino, y lo que deba ser, será. Donde es aquí? Se llama “Revivir” creo, pero para mi no es como se llame, para mi es lo que significa. Podría enumerar una lista detallada y extensa de las cosas que perdí, desde un trabajo prometedor, hasta un gran amor, pasando por mil amaneceres, hasta llegar a la autodestrucción. Pero de este trago amargo ya no bebe mi corazón. De todo lo que perdí, lo que fue mas peligroso perder, mas allá de los valores, de los hábitos que conducen a una vida digna, del tiempo, del tiempo, lo mas triste por lejos fue que me perdí. No creo que haya algo más triste que tener la plena seguridad de que uno es su peor enemigo. Nunca nadie me lastimara más como yo me lastime y esto es literal. Yo me hice daño a mi mismo, el solo hecho de recordar aquella noche culmine me produce escalofríos, quizás fe la sangre, fue mi sangre la que puso punto final y me trajo hasta aquí. Hoy estoy en un programa de rehabilitación, hoy ya no desconfió de mi y mucho menos de la vida. Hoy saludo al día desde temprano con una sonrisa, y todo lo que veo y lo que toco lo hago con amor, hoy camino erguido entre los hombres y no me reconocen porque hoy soy un hombre nuevo.
Mi vida empezó a ser a ser oscura aproximadamente a los 14 años, empecé con las persona que como quien dice “los peores del barrio”, yo era el menor, me llevaban una diferencia importante, y en mi ciudad en esos tiempo era algo muy feo para gente que nos veía, siempre en problemas ya que era una ciudad tranquila fuera de las drogas y la delincuencia, a los pocos meses me termine haciendo el hablar de mi barrio, que por lógica la gente no le gustaba en lo que me iría transformando, los que estaban mas desconcertados era mi familia ya que para eso tenia mi rebeldía encima y hacia y deshacía lo que quería sin importarme nada, a los 15 ya era una persona adicta a lo ajeno y a las drogas, sin necesidad alguna, ya creído por mi mala forma pensaba que me llevaría el mundo por delante, mujeres un vicio que cuando estaba con alguien le quería demostrar que estaba con un “al capone”. Ya que en esa edad tenia la cabeza en los pies, siendo que eso estaba fuera de control. Ya la delincuencia era un gran vicio ya la plata no me alcanzaba para mis salidas, nunca estaba conforme. Pasando el tiempo mis problemas ya eran graves, empecé a viajar y a tratar de conocer mas gente con poder, ya en pinamar no me alcanzaba era siempre muy poco todo, ya estaba sumamente perdido, mi familia no sabia que hacer, nada me calmaba mas que el consumo, que cuando no había era como no poder respirar. Ya buscaba problemas, en la calle, como “que miras…, te debo algo…, te gusto?... etc.” decía yo que nunca iría a perder ya que hacia años que me venían avisando, como, “te esperamos a los 18 años Monterito”, y llego ese día, con eso no alcanzo porque, seguía igual con mas edad y coraje. Al promedio de vivir casi por todas partes de Bs. As. y volver a pinamar, iba y venia, no me quedaba quieto. A los 21 ya quería cambiar, no encontraba forma, me desesperaba por encontrar la salida, seguía igual pero con ganas de cambiar. Hasta que conocí a la mama de mi hija, se que la hice sufrir por las noches o semanas que no aparecía. Hasta que llego una personita que saco toda esa basura y rencor que había en mi, por eso todos los días le agradezco a dios por darme una hija y por eso con mis 24 años hoy estoy acá, para el día de mañana poder contarle que están grande el amor que siento por ella que todo lo que estoy haciendo es para ser una gran persona para el día de mañana pode darle una buena educación y todo el amor que ella merece. También agradezco a mi familia y gente de mi barrio que puso toda su fe en mí, la verdad que es un lugar especial donde estoy, la gente con la que convivo es muy buena, desde acá estoy viviendo las cosas con mas claridad y me pongo a ver la clase de persona que era y no quisiera volver el tiempo atrás. Fui resumiendo mi vida porque hay más de la mayoría de cosas que viví pero es mejor no contarlas. Agradezco hoy donde estoy y a mi hija porque me toco el corazón a fondo. También a donde estoy hoy.
Tengo 20 años, llegue a la granja por decisión pura y exclusivamente de mis padres, hoy por hoy con los pocos días que llevo aquí dentro, puedo decirles gracias. Desde chico, tuve la suerte de tener siempre la ayuda de mis padres para cual fuese mi problema, ya fuese desde un problema de matemáticas o con algún problema en lo personal. Se podría decir que nunca tuve problemas de integración ni limitaciones en el ámbito social, siempre de bueno humor y con una sonrisa por la vida, costaría trabajo imaginar el desenlace que iba a tener mi vida. Tuve una infancia muy buena desde todo punto de vista, pero de mas grande fui poniendo menos atención en mis tareas, en el colegio me fui llevando materias que después rendía sin sobresaltos. Sin ningún tipo de problemas familiares fui siempre sobre protegido por mis padres, tal vez la razón sea por ser hijo único. Mediando ya la secundaria, con cada vez mas materias por rendir a fin de año fui internándome por este oscuro y casi sin fin mundo de las drogas, pero fue mucho después que mis problemas con ellas se harían más notorias. Como cualquier iluso, pensaba que no se me iba a ir de las manos, gran error. Si bien gracias a dios no conocí “el fondo”, la situación iba empeorando cada vez mas, aumentando en frecuencia y en cantidad. Descuido tras descuido mis padres llegaron a la conclusión de que consumía. Fue pasando el tiempo y con el las mentiras se incrementaban, los planes para seguir con la mía, los cálculos en tiempo y la energía que le deparaba, no la había puesto nunca antes en ningún otro ámbito. La preocupación de mis padres fue incrementando, y con ella, las peleas y discusiones cada vez más agresivas, ya no era el mismo trato y mucho menos los muestras de afecto. Había empezado un tratamiento ambulatorio, sin resultado alguno, lo único que logre con mi mentalidad del afuera era “tiempo” tiempo de consumo. En ese lugar me dieron un ultimátum, era un tratamiento llamado “hospital de día” o la interacción, no entiendo bien el motivo por el cual mi familia decidió darme un voto de confianza más, pero la cuestión es que no volví a ese establecimiento. Así, fueron pasando las fiestas, y nada cambiaba para bien, llegaron las vacaciones, y yo siguiendo en la misma sintonía, sin pensar que en poco tiempo esos días iban a terminar. Llegando al mes de febrero ya había pasado un año en el que mi consumo se hizo casi diario. Llegue a otra instancia final, pero esta vez de parte de mi familia, así fue que estaba entre otro tratamiento o la calle. Fue así que buscando por Internet, conocí una asociación que quedaba cerca de mi casa, yo pensando que iba a enfrentar otro tratamiento ambulatorio, me choque con una pared muy dura al enterarme que mis padres tenían otros planes. Así fue que llego ese día, para mi mentalidad de antes era como ir a entregarme a la policía por un crimen que yo no había echo. Al llegar a la sede me esperaban con todo preparado para hacer un viaje muy largo. Yo sin saber con que me iba a encontrar, resignado, me subí a ese remis, el cual iba a ser mi último viaje en coche hasta el día de la fecha. Al llegar, sin saber que me esperaba del otro lado, crucé la puerta, en ese momento me siento como si hubiese cruzado un umbral desconocido. Fui conociendo personas con el mismo objetivo con el cual me encuentro yo hoy en día, luchando contra la enfermedad. Y así fueron pasando los días, y con ellos las trabas y temores quedaban atrás, fui conociendo una vida casi nueva, como la que había perdido por culpa del consumo. Y aquí me encuentro hoy en día, recuperando los lazos familiares perdidos y creciendo día a día para poder ser una mejor persona el día de mañana. Hoy en día le puedo agradecer a mi familia que la amo.
Errazuriz Jairo Matías
Bueno, mi nombre es Errazuriz Jairo Matías, tengo 23 años, tengo un hijo una mujer y mi familia. Se los voy a resumir en pocas palabras lo que fue mi vida de adicto, perdí la confianza de mi familia, mamá, papá, hermana, esposa, etc. Hasta que así llegue a este lugar fantástico, todo lo que fui perdiendo en todo el tiempo del consumo lo fui recuperando acá adentro. Esto personalmente me hace muy bien y feliz, a través de los días que paso acá adentró me siento mas persona, que puedo querer, amar, apreciar, valorar cosas que uno antes no las veía. Las visitas para mi es un día feriado en el que puedo disfrutar a mi familia, a mi hijo, a mi mujer, a mi mamá, a mi papá, poder charlar cosas maduras con ellos. Ellos son too para mi, y me da mucha alegría cuando termina la visita y veo la alegría que le transmito y la ellos me trasmiten a mi. Acá adentro nos proponemos a ser mejor persona en todo sentido, día a día, tenemos grupos, tenemos objetivos, herramientas las llamamos, para poder usarlas afuera. Esta nada mas en nosotros el querer ser mejor, proyectarse un futuro bueno, y prospero. Bueno lo que les quiero decir con todo esto es que todo se puede que no miren el pasado feo, miren hacia adelante siempre, siempre se puede salir de lo poso con valor, esfuerzo y voluntad, como decimos acá cuando entra un joven nuevo, el paso mas grande ya lo dio, la decisión de internarse, ahora su familia va a poder descansar tranquila porque esta en el mejor lugar, Revivir.
Alexis Raúl Robles
Bueno mi nombre es Alexis Raúl Robles tengo 19 años, hoy precisamente hace un mes que estoy acá en la granja internado y desde que llegue acá me siento muy bien, empecé a valorar muchas cosas como por ejemplo a mi familia, yo era un chico que no estaba nunca en mi casa, estaba con gente no me hacia bien, y ya mis tíos y tías dejaron de confiar en mi, ahora se que ellos están muy felices porque estoy acá y se que esto me va a ayudar para un futuro mejor, tranquilamente puedo contar toda mi vida pero creo que no hace falta, ahora estoy viviendo el día a día, cuando me siento mal o pienso en cosas que no tengo que pensar lo hablo con las personas que tienen mas tiempo y saben de esto. Bueno que mas decirles, creo que esto sirve y se lo recomiendo a los jóvenes que no pueden dejar de consumir. Yo se que esto no es de un día al otro pero creo a su tiempo, también el día de la visita me siento bien porque puedo hablar con mi mamá que antes no lo hacia y se también que esta tranquila porque estoy acá, trato de hacer las cosas bien acá para que el día de mañana pueda ser la persona que no fui, quiero trabajar, estudiar y formar una familia y sin nada de drogas y otras cosas que pueda decir que no. También siento que cada día que pasa voy aprendiendo muchas cosas y mejorando mi persona, no digo que no extraño a las personas que me quieren pero se que voy a tener el tiempo para estar con ellos y sin ningún tipo de sustancias y disfrutándolas sanas. Todavía no le agradecí a mi tía que hizo que yo este acá, pero pienso que esto fue lo más importante que hice en mi vida porque no tenía retorno, me siento feliz por estar acá.
Marcos Melgarejo
Me llamo Marcos Melgarejo, tengo 16 años, me encuentro en la granja de tortuguitas arreglando los problemas de adicción que tenia, creo que voy a poder y no quiero bajar los brazos. Al llegar a un cierto punto cuando estaba en la calle tuve un segundo para pensar y decidí internarme a voluntad propia, llegue a la granja sin tenerme confianza que iba a cambiar, me recibieron mi compañeros que se fueron presentando uno por uno que me decían que te la mejor decisión que fue internarme lo entendí por que quiero tener un futuro, estuve los primeros días sin tener confianza en nadie y me di cuenta que estaba extrañando a mi familia, a lo primero me iba costando la integración porque todavía no entiendo que estaba internado, me estaba acostumbrando a vivir una vida así fuera de las calles alejado de la familia. Primero pensaba cosas negativas pero en las charlas me iban diciendo que no piense cosas malas, me convenía pensar en valorar lo que tengo y así lo estoy haciendo, entendiendo que estoy acá para cambiar y no ser como era antes, no quiero perder mas en la vida. Hoy por hoy me encuentro con ganas de seguir adelante poniendo voluntad a todo y contento como voy llevando los días acá en la granja, tratando de no decaer ni un segundo, pienso en no llegar mas como era antes, quiero en el futuro compartir la mesa con mi familia, valorar la vida que quiero tener, siguiendo con la granja voy llevando mis pensamientos y mi carácter bien, me siento conforme con la gente que me rodean que no me dejan decaer, ni un segundo hoy yo controlo mi enfermedad no como antes que me controlaba a mi y me hacia hacer cosas que nunca pensé hacer. Valoro a mi familia que siempre esta a mi lado y a mis compañeros. A Revivir que me va llevando a ser la persona que quiero ser, hasta mi familia va quedando asombrada como voy cambiando y cuando veo a mi familia es el mejor día, me hace sentir muy bien y conforme como voy llevando mis objetivos. Y simplemente digo gracias Revivir.